PARA ANA LAURITA Y SU HERMANITO CON TODO EL CARIÑO DE SU ABUELITA.

viernes, 12 de marzo de 2010

CONOCE LA

Historia del bajo eléctrico


Antepasados del Bajo eléctrico

El bajo eléctrico tal y como lo conocemos hoy es un instrumento muy joven, pero sus orígenes se remontan en realidad muy atrás en el tiempo. Frente a los –aproximadamente- 60 años de edad del bajo eléctrico, su más directo antecesor, el Contrabajo cuenta con más de 500.

Sin embargo hay algunas evidencias de la existencia de instrumentos parecidos al actual contabajo en el Siglo XV, y la ilustración más antigua conocida de uno de estos instrumentos data de 1516, un instrumento de la familia de la viola, con trastes de tripa y dimensiones ligeramente más reducidas que el contrabajo actual.

La mayoría de estas “Viola-bajos” o violones disponían normalmente de seis cuerdas (aunque eran también comunes los bajos de tres cuerdas), usaban diferentes afinaciones y eran de dimensiones variables, desde el tamaño aproximado del cello actual hasta mucho más grandes que el contrabajo.

El problema fundamental para los luthieres que construían estos bajos era encontrar un material adecuado para las cuerdas, habitualmente de tripa, pues los ejecutantes encontraban grandes dificultades para lograr un sonido claro en las notas graves del diapasón.

Entre los antecedentes del bajo eléctrico que eran tocados en posición vertical se encuentra el Chitarrone o el Theorbo, que, construidos en muy diversas variedades, contaban a veces con dos o más diapasones y un tercero dedicado al registro grave, ya muy similar al bajo eléctrico actual.

El bajo continuo de la música barroca estaba a cargo generalmente del clavicordio, el theorbo y el contrabajo, que ejecutaban normalmente las líneas de bajo al unísono. Sin embargo el volumen siempre ha sido el principal problema que debían resolver los constructores de estos instrumentos, y la estrategia más obvia para afrontarlo era simplemente elaborar instrumentos cada vez más grandes.

Así, a principios de 1900, Gibson, Vega y otras compañías ofrecían en sus catálogos el enorme “Mando-bass”, el más grande miembro de la familia de la mandolina. Otra compañía norteamericana, Regal introdujo en la década de los 30 su “Bassoguitar”, una enorme guitarra baja acústica de más de un metro y medio de altura, fretless, con escala de 42 pulgadas propia del contrabajo y marcas allí donde debería haber estado los trastes. Dobro introdujo por la misma época un instrumento similar, un versión “king-size” de sus famosas guitarras resonadoras.

Con la aparición de la electricidad los luthieres pronto comenzaron a usarla para resolver los problemas de volumen, y así, a finales de la década de los 30, Gibson construyó su “Electric Bass Guitar”, muy similar al "Bassoguitar" de Regal pero que incorporaba una pastilla magnética para la amplificación del instrumento. Los únicos amplificadores de la época estaban sin embargo diseñados para la Guitarra, y Gibson construyó solamente dos ejemplares de este modelo.

Ya Lloyd Loar, un ingeniero de la Gibson, había tenido una idea similar cuando había construido en 1924 un instrumento pequeño, pero amplificado eléctricamente. Su primer prototipo de Contrabajo eléctrico era muy similar a los contrabajos eléctricos que conocemos hoy día, pero cuando Loar presentó su idea a Gibson, ésta no pareció muy interesada y el ingeniero creó su propia compañía, Vivi-Tone para distribuir éste y otros instrumentos de su invención. Por desgracia no hay evidencia de que la producción de instrumentos Vivi-Tone comenzase jamás, pero Loar es hoy reconocido como el verdadero “inventor” del bajo eléctrico.

Durante el resto de la década de los 30 diversas compañías ofrecieron modelos de contrabajos eléctricos, y de entre ellos, quizá el más conocido fuese el “Electro Bass-Viol” de Rickenbacker, que, equipado con las famosas pastillas de herradura típicas de la marca y usando cuerdas de tripa, se vendía con su propio amplificador incorporado, y con el que se llegaron a grabar algunos discos.

Sin embargo el primer bajo eléctrico de la historia, de cuerpo sólido y diseñado para ser ejecutado horizontalmente, fue el construido por Paul Tutmarc,un guitarrista de Seattle que, preocupado por los problemas de espacio y transporte de los guitarristas de la época creó su modelo Audiovox Model 736 Electronic Bass, un bajo eléctrico de escala corta, cuatro cuerdas y pastillas magnéticas que fue lanzado al precio de 65 dólares y del cual fueron construidos tan solo unos 100 ejemplares.

Existe una gran controversia acerca de si Leo Fender conocía los instrumentos de Tutmarc o no cuando creo su Precision bass, en 1951, pero no cabe duda que el modelo de Tutmarc era en esencia idéntico a lo que hoy conocemos como un autentico bajo eléctrico.

Precision Bass

Cuando, en 1951 Leo Fender presentó su Precision Bass no sólo pretendía ofrecer a los contrabajistas un instrumento portátil para facilitarles el transporte, sino también –y sobre todo- ofrecer a los guitarristas (quienes estaban perdiendo rápidamente sus trabajos en las orquestas debido a la rápida disminución de los miembros de las mismas) un instrumento que les permitiera tocar el bajo con la técnica de la guitarra, redoblando de esta manera sus oportunidades de encontrar trabajo

La solución de Fender, que no era músico, pero que siempre había escuchado los problemas de los músicos, consistió en un modelo agrandado de su guitarra Telecaster, con cuerpo de fresno y mástil de arce atornillado. El principal problema que encontró fue encontrar una longitud de escala adecuada para el mástil de su nuevo instrumento, y tras muchos experimentos, adoptó la medida que aún hoy permanece como estándar, esto es, 34 pulgadas.

El nombre del instrumento, “Bajo de precisión” fue debido, al menos en parte, a los trastes que incorporaba, que eliminaban los problemas de entonación tan frecuentes en los contrabajistas y -sobre todo- en los guitarristas no habituados al contrabajo.

El primer prototipo usaba clavijas de contabajo y cuerdas de tripa y acero. Dado que el cuerpo era tan pesado, Leo le porporcionó “cuernos” dobles, para facilitar el balance del instrumento (la Telecaster es una guitarra “single cutaway”), un diseño absolutamente original para la época. Incorporaba una pastilla simple , controles de volumen y tono, un apoyador para la mano (pues Leo pensaba que los músicos usarían el pulgar de la mano derecha de modo natural para pulsar las cuerdas) y dos cubiertas cromadas, una sobre la pastilla (que proporcionaba además protección eléctrica) y otra sobre el puente (que incorporaba apagadores de las cuerdas, pues se suponía que el instrumento debía imitar el punch apagado del contrabajo).

Fender creó asimismo un amplificador para su nuevo instrumento, el Fender Bassman, que más tarde sería reverenciado por guitarristas de todo el mundo.

Fender Precision Bass.

Sin embargo, cuando el Precision bass fue presentado en 1951 tuvo una acogida más bien fría, pues era visto como un instrumento demasiado radical, que no acababa de cuajar entre los guitarristas y que era considerado por los contrabajistas como poco más que un juguete. Leo Fender, lejos de rendirse ante esta tibia acogida inicial, se dedicó a la promoción activa de su instrumento, frecuentando los locales de conciertos y mostrándoselo a los músicos.

Una noche que cambiaría el curso de la historia de la música, Leo se encontraba en un concierto del vibrafonista de jazz Lionel Hampton, y ofreció su Precision al bajista de la banda, Roy Johnson. Hampton se mostró interesado por el nuevo instrumento y Fender le dijo que podía quedárselo a cambio de que le diese su número de teléfono a todas las personas que se interesasen por el bajo.

Después de un mes de exposición en los conciertos de Hampton, Fender había recibido ya más de 100 encargos del nuevo instrumento. En 1951, Monk Montgomery (hermano del guitarrista Wes Montgomery) entró a formar parte de la orquesta de Hampton y también él adoptó con entusiasmo el nuevo bajo

Montgomery era el primer bajista de renombre que usaba el nuevo Precisión, y contribuyó en gran medida a la popularización del instrumento.

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Arpa


Pintura egipcia sobre un arpista.

El arpa es un instrumento de cuerda pulsada compuesto por un marco resonante y una serie variable de cuerdas tensadas entre la sección inferior y la superior. Las cuerdas pueden ser pulsadas con los dedos o con una púa o plectro.

Existen diversos tipos destacando en popularidad, además del arpa clásica, usada actualmente en las orquestas, el arpa celta y el arpa paraguaya.


Historia

Si bien existen instrumentos muy antiguos semejantes al arpa, debe tenerse en cuenta que la clasificación de Hornbostel y Sachs distingue entre los cordófonos tipo "arpa", con un mástil que cierra el arco, y los tipo "arco" que no disponen de este mástil. Así pues, varias de las primitivas arpas que se describen en la historia del instrumento son literalmente, arcos musicales.

El arpa es uno de los instrumentos musicales más antiguos. Han existido distintas formas, en diferentes partes del mundo, al igual que en distintas épocas. Pertenece al grupo de los cordófonos. Se conocía ya en la antigua Asiria, en Israel y Egipto, de donde pasó a Grecia. Fue un instrumento muy en boca durante la Edad Media, siendo abandonado durante el Renacimiento. Se recupera en el siglo XVIII, con la incorporación de pedales. También se toca en musicales clásicos para franchela.

Se puede dividir el arpa europea en dos modelos: Arpa medieval, de origen irlandés, también conocida como arpa Bárdica. No superior a los 75 cm de alta y de afinación diatónica, cuerdas metálicas, ornamentalmente rica en tallas, dibujos e incrustaciones de metal.

En la actualidad aun se tienen dos ejemplos claros, uno es el arpa del rey Brian Boru (muerto en 1014) que se puede encontrar en el museo de Dublín, y otra es el arpa de la reina Mary de escocia, en el museo nacional de Edimburgo. Arpa celta (de origen galés), puede tener hasta 105 cm de altura, 34 cuerdas y con la posibilidad de incorporar sistemas de semitonos.

Ambas tienen el pilar curvado y su caja de resonancia se ensanchara en las cuerdas graves. Como consecuencia de cambiar el pilar curvado del arpa celta por uno recto, surge el arpa Minstrel, cuyas formas inspiraron a los constructores de las arpas modernas de concierto. En esta última la colocación de sistemas de semitonos es ya habitual y sus dimensiones aumentan.

Aparición del arpa de orquesta

El arpa medieval era diatónica, y el arpa moderna, por el contrario, nació con los primeros intentos de cromatismo que la evolución de la música occidental exigía. Los primeros intentos surgieron de los talleres de luthiers irlandeses en el siglo XVI, que proveyeron al arpa de una doble fila de cuerdas.

En el siglo XVII se incorpora una tercera fila, la 1ª la 3ª fila eran diatónicas (29 cuerdas cada fila) mientras que la 2ª fila, con 20 cuerdas, estaba reservada para los semitonos.

A mediados del XVII unos constructores tiroleses inventaron el arpa de ganchos, con los cuales era posible estirar la cuerda y subirla un semitono. En esta época fueron muchos los mecanismos incorporados para subir el tono, pero todos accionados manualmente, por lo que debía hacerse antes de empezar la interpretación.

A finales del XVII, un luthier bávaro fabricó la primera arpa con pedales que, situado a ambos lados del soporte del instrumento, estaban unidos a los ganchos fijos de la consola mediante un sistema de transmisión. Eran 7 los pedales, correspondientes a los 7 grados de la escala musical, y para cuyo instrumento Mozart escribió su concierto para “flauta y arpa” en 1778.

A raíz del descubrimiento se inspiraron numerosas ideas a cual más estrafalarias para ampliar las posibilidades del arpa (como fue la colocación de doble número de pedales y sordinas), pero el mayor éxito lo obtuvo S. Erard en 1811. Erard presentó el modelo llamado de “doble acción” que, con ligeras modificaciones posteriores, es la que se usa normalmente en la actualidad.

Los pedales se hallan unidos a unos listones de acero que se introducen en la columna, estos terminan en un mecanismo situado en la consola que, a su vez, está formada por varias capas de sicomoro y serbal. Dicho mecanismo, muy elaborado, lleva dos sistemas de horquillas, discos provistos de tornillos ajustables entre los cuales pasa la cuerda.

Cuando un pedal –llamado de doble acción– se suelta (posición de reposo en la muesca superior), la cuerda pasa libre entre los tornillos (bemol); enganchado en la muesca intermedia, el pedal imprime a los discos una revolución parcial que produce el 1ª semitono (becuadro); enganchado en la muesca inferior, el pedal provoca la continuación del movimiento, lo cual da lugar al 2ª semitono (sostenido). Cada uno de los 7 pedales actúa sobre todas las octavas de una misma escala, pudiendo ser accionado dos veces, subiendo sucesivamente un semitono en todas las notas de la misma tonalidad.

Ahora el número de cuerdas se eleva a 47 y son de clases diferentes. Hay 26 en el registro medio que son de tripa de carnero, 10 ó 11 en el registro agudo que son de nylon, en tanto que las 12 restantes son de alpaca o cobre (entorchadas en acero) para el registro grave. La extensión es de 6 octavas y media (de C 1 (alterable mediante afinación manual) a G# 6): esta es la extensión más amplia después del órgano y el piano.

El arpa moderna de orquesta incluye más de 1400 piezas, y la presión que ejercen las cuerdas sobre el instrumento es alrededor de 2 toneladas y media. Su construcción supone un costo elevado, por lo que son pocos los luthiers que se aventuran a fabricarla. En este proceso se incluye la utilización de contrachapados de haya, arce o palisandro -de fácil curvado al vapor- para la caja de sonido que, a su vez, está reforzada en su interior por una moldura triangular a veces metálica.

Tanto las sencillas arpas medievales, pasando por las elegantes celtas y las muy estructuradas arpas de orquesta, invitan a su constructor a armarse de imaginación e ingenio para solventar las posibles dificultades que puedan cruzársele en el maravilloso sueño que es la construcción de un arpa. Los mecanismos opcionales como los sistemas de semitonos, clavijas y puentes, se encuentran en el mercado a disposición del comprador.

Este viaje litúrgico de la historia y arquitectura del arpa hace diminuto honor a la importancia que se merece, pero puede ayudar a quien hasta ahora desconocía muchos datos de este bello instrumento. Puede que su industrialización mengüe su calidad, pero hace más fácil que la gente pueda adquirirla por un precio cómodo y asequible (sobre todo en las arpas celtas).

Una variante de las arpas es la cromática que posee el doble de cuerdas que una convencional (que son 47 para la de orquesta) y la arpa mágica o colonvina que posee 17 cuerdas.

El arpa en la música

El arpa se usa ampliamente en la música académica, normalmente para efectos como el glisando o los arpegios. En la ópera italiana y alemana se usa para áreas románticas y bailes, como el "Vals de Musetta" en La bohème. Compositores franceses como Claude Debussy y Maurice Ravel compusieron conciertos para arpa y música de cámara que se siguen interpretando.

Durante el siglo XIX, el compositor y arpista francés Nicolas Bochsa compuso cientos de piezas de todo tipo (transcripciones de ópera, música de cámara, conciertos, óperas, métodos para el arpa).

Los arpistas del siglo XX Henriette Renié y Marcel Grandjany compusieron muchos solos y piezas de cámara que figuran en el repertorio de arpa. Los compositores modernos utilizan el arpa con frecuencia porque los pedales de un arpa de concierto permiten toda clase de escalas y sonidos con efectos, aunque algunas piezas modernas requieren mucho uso del pedal. Alice Coltrane es conocida por introducir este instrumento en las bandas de jazz.

En Latinoamérica, el arpa es un instrumento que se utiliza en la música típica de varios países, entre ellos, Chile, México, Paraguay, Colombia, Perú y Venezuela. En Venezuela el ritmo es el joropo.

El arpa paraguaya, entre las demás arpas de latinoamerica, es la que más evoluciono tanto en su construcción y por consecuencia en la sonoridad. La música más representativa del arpa paraguaya es el Pájaro Campana de autor anónimo, arreglos de Feliz Pérez Cardozo, cuyo ritmo es la polka paraguaya.

CONOCE LA


La flauta es uno de los instrumentos más antiguos y también uno de los primeros instrumentos conocidos.

Podemos afirmar que la flauta se inventó cuando el hombre empezó a imitar los sonidos de la naturaleza.

En las civilizaciones primitivas se usaba para su construcción materiales como el hueso, la caña o incluso cuernos de animales.

Aunque no conocemos la música de la civilización antigua egipcia, si sabemos que en el antiguo Egipto se usaban flautas, puesto que se han descubierto representaciones de éstas en numerosas tumbas.

En la antigua China tenemos datos de la existencia de flautas de pan en el siglo XXIII a.C., aunque se piensa que ya existian en tiempos más antiguos.

También sabemos del uso de flautas en otros paises como Japón, India o Israel, por ejemplo, las flautas de bambú con orificos (“siau”), o el “ougob” (citado en el libro del Génesis).

De los instrumentos utilizados en Roma, conocemos la fídula, una flauta recta con dos tubos.

Ya en la Edad Media tenemos la certeza de la existencia de la flauta de pico o flauta dulce, utilizada en la música profana. El número de agujeros que poseian estas flautas no se conoce con exactitud y el material utilizado para su construcción era muy diverso: madera, caña, cerámica, hueso, etc.

Las primeras representaciones que se conocen de flautas dulces están en Cataluña, más concretamente en el retablo de la Iglesia de Santa Clara, en Barcelona, donde aparece un Virgen con el Niño y en el retablo del Monasterio de Sant Cugat del Vallés, donde aparecen seis ángeles músicos. Datan aproximádamente del año 1390.

Se conservan, además, dos flautas dulces medievales: la flauta de “Dordrecht” y la flauta de “Würzburg”, la primera se cree que es del siglo XIII y la segunda solo se conserva parcialmente, concretamente el tercio inferior del instrumento.

El “galoubet” es otra flauta medieval, utilizada, por ejemplo, en Provenza (Francia). Esta flauta tiene solamente tres agujeros que se tocan con una mano, mientras que con la otra se tocaba un tamborín.

De la época del Renacimiento se conservan unas 150 flautas. Dados los avances en la construcción de instrumentos, se empiezan a construir flautas agrupadas en familias.

Michael Praetorius, en su “Syntagma Musicum. De Organographia” de 1619 describe la familia de las flautas de pico.

Desde la aparición del sistema temperado, la flauta tuvo que adaptarse a estas nuevas reglas y aunque la flauta de pico mantuvo su hegemonía durante tres siglos, la flauta travesera se haría, poco a poco, un importante lugar.

Hay partituras para flauta travesera de siglo XIII, aunque tendría que esperar cuatro siglos más para ser un instrumento integrado en la orquesta.

Durante el Barroco se hicieron importantes avances en la construcción de flautas traveseras, por ejemplo, la división del instrumento en tres partes, lo que permitia alargar o acortar el tubo para afinar con otros instrumentos.

Innumerables innovaciones se suceden a lo largo del tiempo, hasta que Theobald Boehm diera a conocer en 1832 su novedoso sistema de digitación.

Su método de fabricación y su mecanismo de llaves continua siendo el empleado hoy en dia en la construcción de la flauta travesera.

La flauta de Boehm es el modelo de todas las flautas contemporáneas.

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Saxofón

El Saxofón fue inventado alrededor de 1840 por Antoine-Joseph Sax (1814-1894), apodado Adolph Sax, nacido en Dinant (Bélgica); factor de instrumentos, como su padre, presenta su muevo instrumento al público por primera vez en agosto de 1841 (Saxofón Bajo), formando parte de la segunda exposición del Museo de la Industria de Bruselas.

El 3 de febrero de 1844, Sax en persona interviene en la audición de la primera obra instrumental con saxofón; se trata de una transcripción que Berlioz hizo de su "Hymno Sacro", y que se interpretó en la sala Herz de París. A Berlioz, coetáneo y defensor de Sax, se le deben frases como:

"El sonido de saxofón es tan dulce como un ángel". "El saxofón con respecto al clarinete -afirma Sax- es el Niágara del sonido". Pero hubo que esperar hasta el 21 de marzo de 1846 para patentar definitivamente el saxofón, en París.

Sarrusofón A partir de 1845 el saxofón pasa a formar parte de las bandas de música militares de Francia, con lo cual comienza un largo e importante camino que se prolonga hasta hasta hoy, extendido desde hace ya años a las Bandas Sinfónicas, donde desempeña un extraordinario papel. Es también utilizado magistralmente como vehículo sonoro desde 1850, para expresar la atmósfera fascinante y exótica del Jazz, primero en América, y después hacia los años 20 del siglo XX en Europa.

Sin embargo, no es frecuente encontrar al saxofón formando parte integrante de la Orquesta Sinfónica, a pesar de que autores como: Thomas, Massenet, Bizet, Meyerbeer, Ravel, Prokofief, Milhaud, Strauss y Gershwin entre otros lo emplearan en algunas de sus obras.

Su desarrollo también se ha visto afectado por la falta de continuidad de su uso en Orquestas Sinfónicas y por un estancamiento en el progresivo proceso de aumento de empleo del instrumento por los compositores así como en la popularización del saxofón entre el público.

El problema principal se reduce, a la falta de verdaderos especialistas de saxofón. Un saxofón tocado de forma erronea es contraproducente al aumento de su prestigio y popularidad.

Las intervenciones del saxofón en la Orquesta sinfónica deberían de ser confiadas a saxofonistas de calidad, y no a clarinetistas que por muy buenos que sean, no dejan de ser clarinetistas.

Un panorama más brillante ofrece, sin duda alguna, el repertorio concertístico, en el que el saxofón es destinatario de conciertos, música de cámara y composiciones de diversa índole formal. Actualmente, el número de obras en las que interviene el saxofón como líder, sobrepasa las diez mil.

Destacan compositores como: Debussy, Glazunov, Ibert, Arma Villa-Lobos, Jolivet, Husa, Koechlin, Denisov, Constant, Creston, Rivier, Martín, Milhaud, Webern, etc... España se ha incorporado recientemente a este capítulo; en tal sentido contamos con Halfter, De Pablo, Marco, Alís, Villarojo, Otero, Angulo y Arteaga entre otros.

Sería faltar a la realidad del saxofón, si no indicamos los nombres de aquellos saxofonistas que con más acierto han hecho del saxofón lo que es hoy. En música clásica destacan: Marcel Mule (considerado el inciador de la escuela clásica del saxofón), Sigurd Rascher, Jean-Marie Londeix, Celil Leeson, Daniel Deffayet y Donald Sinta entre otros.

En Jazz destacan: Rudy Wiedoeft, Sidney Bechet, Charlie Parker, Coleman Hawkins, Paul Desmond, Stan Getz, Gerry Mulligan y el español Pedro Iturralde.

CONOCE LA HISTORIA DEL ...

Acordeón


Músico ciego tocando el acordeón, en Pátzcuaro, Michoacán, México.

El acordeón es un instrumento musical de viento, de origen alemán, conformado por un fuelle, un diapasón y dos cajas armónicas de madera.

En sus dos extremos el fuelle está cerrado por las cajas de madera. La parte de la mano derecha del acordeón tiene además un "diapasón" con un arreglo de teclas que pueden ser como las de un piano (Acordeón a piano) o teclas redondas (también llamadas botones) (Acordeón cromático) dependiendo del tipo de acordeón; la parte de la mano izquierda tiene botones en ambos tipos de acordeón para tocar los bajos y acordes de acompañamiento.

Es muy popular en el País Vasco, Navarra, Asturias, Cantabria y el norte de Castilla (España), París (Francia), Europa Central (Alemania, Austria), Colombia, Panamá, norte de México, y República Dominicana por su vinculación con el folklore. Para el instrumento semejante utilizado en Argentina y Uruguay véase: Bandoneón.

Loudspeaker.png Escuche el sonido del acordeón

Este instrumento puede parecer de cuerda percutida , al ver las teclas como las de un piano , pero esta afirmación es completamente falsa , porque es de viento mecánico , recibe ese nombre , ya que no funciona a través del soplo humano , sino a través de un mecanismo .


Funcionamiento del acordeón

Estas cajas de madera contienen, a su vez, otras cajas de madera más pequeñas en las que se encuentran los "pitos". Estos son lengüetas metálicas que vibran con el aire y generan el sonido del acordeón.

Para cada caja de madera juegan cierto número de llaves o teclas, para seleccionar los sonidos a emitir. Estas cajas de madera contienen unos conductos por los que pasa el aire a las cajas musicales directamente a través de los pitos que emiten las diferentes notas musicales.

En su estado normal todos estos conductos se mantiene bloqueados por una tapa de madera con la fuerza de los resortes correspondientes a cada tecla.

Estos resortes se sostienen en una varilla transversal. Las teclas se comunican respectivamente con "palancas" que mueven las tapas de madera. Al presionar una tecla, la tapa de madera se abre por el tiempo deseado y posteriormente regresará a su posición inicial mediante la acción de los resortes.

Para hacer sonar una nota musical, basta con hacer fluctuar el aire abriendo o cerrando el acordeón mientras se presiona una o varias teclas. Dependiendo del tipo de acordeón, el sonido emitido puede o no variar al abrir y cerrar el acordeón mientras se presiona la misma tecla.

Al interpretar el acordeón, el lado de la mano derecha corresponde a las escalas (los sonidos son agudos), y la parte de la mano izquierda a los bajos y acordes.

tipos

Existen varios tipos de acordeón: acordeón cromático de botones, acordeón cromático de teclas y acordeón diatónico. Las técnicas para tocar el acordeón cromático de botones y el de teclas son idénticas en la mano izquierda, pero para la mano derecha varían enormemente.

El cromático o Bayan, se distingue del acordeón de teclas a simple vista porque en la parte de la mano derecha el acordeón cromático tiene botones, mientras que el acordeón de teclas tiene un teclado modo 'piano'.

Acordeón cromático de botones

Un acordeón cromático de botones se distingue porque sus botones son blancos (para notas naturales) y negros (para notas alteradas) y están dispuestos en filas ligeramente inclinadas hacia abajo, de tres teclas en orden puramente cromático, es decir, partiendo de Do, esta columna tiene Do, Do sostenido (botón negro) y Re; la siguiente fila (la inmediatamente inferior a la anterior) de tres teclas tiene el Re sostenido (botón negro), Mi y Fa, y así sucesivamente.

Generalmente estos acordeones tienen más de tres columnas: lo más normal es que tengan 5 columnas de botones, siendo las dos superiores réplicas de las dos primeras. Esto sirve para aumentar las posibilidades de digitación al tocar, además de permitir transportar de tono una melodía sin tener que cambiar la digitación ejecutada.

Los "pitos" o lengüetas del acordeón se desgastan y se pueden desafinar, ensuciar o partir.

Para afinarlos se extraen las cajas musicales y se buscan los "pitos desafinados". Luego se liman los "pitos" hasta que se consiga la nota adecuada.

El limado se realiza por la punta para agudizar o subir el tono o por la parte de atrás del remache para bajarlo; para esto también se puede añadir un cuerpo metálico sobre la lengüeta, para que ésta baje de frecuencia.

Esta labor artesanal requiere de mucha práctica y experiencia, así como muy buen oído musical. Esto último se debe a que para el acordeón no se usan aditamentos electrónicos en su afinación, ya que la forma como vibran los pitos (en música: color de la nota) dificulta su lectura en aparatos electrónicos. Aún leyendo la frecuencia de la nota con aparatos electrónicos, el brillo de la nota solo que se gradúa al gusto podría no quedar acorde a los demás.

Esta técnica también es usada en acordeones diatónicos para "transportar"; es decir, cambiar sus tonalidades. En Colombia por ejemplo, donde se usan mayormente los acordeones diatónicos, encontramos una profesión empírica denominada técnico de acordeones, que se dedica a estos procedimientos como al mantenimiento del acordeón en general.

Estatua de bronce de Luís Gonzaga

La historia del acordeón es corta pero rápida e intensa, de tal suerte que quien registró el invento como acordión en 1829, el austríaco Marck Muñichz, debió abandonar sus derechos sobre el invento en 1835, debido a los notables avances a los que había sido sometido. Parece que el origen europeo de los instrumentos de lengüeta libre está en los órganos soplados orientales, que se habían extendido por Rusia en el siglo XVIII, aunque no como instrumento popular.

El invento se atribuye al emperador chino Nyu-Kwa, 3000 años antes de Cristo (el Sheng), aunque la sustitución de lengüetas de caña por metálicas es algo posterior. Basándose en la lengüeta simple, numerosos inventores elaboraron diferentes elementos. Desde el parisino Pinsonnat, que inventó el typófono, que daba una sola nota fija, hasta Eschembach, que unió varias.

En 1810 aparecen diferentes órganos soplados occidentales, y Buschman, en Berlín, fabrica en 1821 la mundarmónika, de la que deriva la conocida armónica, colocando una serie de lengüetas en fila cada una de las cuales produce una nota distinta.

Su hijo, al incorporar un pequeño fuelle, crea la andaolina. Pero fue Cyrill quien se hizo con la patente, construyendo un instrumento dotado de un fuelle y cinco botones, cada uno de los cuales, al ser pulsado, producía dos acordes, uno al abrir y otro diferente al cerrar el fuelle.

Estos diez acordes bastaban para acompañar numerosas canciones, siendo muy sencillo su uso y aprendizaje en la música popular, sobre todo cuando en 1831 Isoard Mathieu reemplaza los acordes de cada botón por dos notas individuales que se producían una al abrir y otra al cerrar el fuelle, es así dotado de dos escalas diatónicas, lo que da lugar al Acordeón diatónico.

En 1834 Foulón añade las alteraciones, creando el primer acordeón cromático. La evolución del instrumento continúa y en 1854 Malhaús Bauer sustituye los botones por teclas, creando el "acordeón a piano", al que denominaban el "piano del pobre".

En torno a 1880 se le añade un segundo teclado, en la parte derecha, compuesto por cuatro botones que permitían dar dos acordes cada uno como acompañamiento a la melodía. Así se constituye el acordeón diatónico, que ha llegado hasta hoy en la tradición musical de casi todos los pueblos.

Existen nuevas modificaciones técnicas, como poner dos lengüetas iguales en cada nota, de forma que dé la misma nota al abrir y al cerrar el fuelle, ponen la base de los modernos acordeones de concierto.